Personas defensoras del territorio, en riesgo por la violencia y el asedio
Cada 17 de julio, México conmemora el Día Nacional de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos Ambientales, una fecha que busca reconocer el invaluable aporte de quienes, desde sus territorios, luchan por proteger los bienes naturales, la biodiversidad y las condiciones de vida digna para todas y todos.
Desde la IBERO Puebla, la Dra. Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, SJ (IIMA), advirtió en el marco de esta fecha la creciente violencia que enfrentan quienes defienden el medioambiente y los derechos humanos en el país, y que se ha monitoreado desde el proyecto DefiéndeMEsomérica.
Según los datos recopilados por esta iniciativa —a partir de informes de organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Front Line Defenders y Global Witness—, de 2020 a 2025 se han registrado al menos 185 agresiones letales contra personas defensoras en México. Estas incluyen homicidios, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. Tan solo en 2024, se identificaron 49 agresiones letales, el doble de la cifra oficial.
Los estados más afectados por estas agresiones son Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Morelos y Jalisco, regiones donde las luchas por el territorio están íntimamente ligadas a los pueblos y comunidades indígenas, así como a mujeres defensoras, que son las que más enfrentan violencias específicas y sistemáticas por su labor activista.
Uno de los hallazgos más alarmantes, afirma la directora del IIMA, es que el principal perpetrador de estas agresiones es el propio Estado mexicano, seguido de actores vinculados a empresas privadas y, en tercer lugar, el crimen organizado. De acuerdo con la Dra. Campos Cabral, el 44% de las agresiones son atribuibles a fuerzas estatales, como policías municipales y estatales, el Ejército, la Guardia Nacional y la Marina.
Así, desde la IBERO Puebla, reiteró el compromiso con la promoción y defensa de los derechos humanos, la justicia socioambiental y la paz, además de la solidaridad y la vinculación con quienes, aún frente al riesgo, co